La desconexión entre educación y tecnología en Chile pone en riesgo la competitividad futura
Dos de cada diez estudiantes chilenos se forman en áreas relacionadas a las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), las más demandadas del futuro.
Para el 2050, cuando el 90% de los empleos estarán relacionados con STEM, el país podría enfrentar una pérdida de competitividad a nivel global.
Octubre 2024.- En un contexto donde el 90% de los empleos del futuro estarán relacionados con las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), solo 2 de cada 10 estudiantes universitarios en Chile optan por formarse en estas áreas, según datos recientes de un estudio de Structuralia. Este déficit formativo es especialmente alarmante cuando se considera que las habilidades STEM no solo son las más demandadas, sino también las mejor remuneradas en el mercado laboral. A nivel de posgrado, el panorama es igualmente desalentador: apenas el 16,5% de los estudiantes eligen carreras en estas disciplinas, lo que deja a Chile en una posición vulnerable de cara a los desafíos económicos y tecnológicos del futuro.
La desconexión entre la educación y el mercado laboral es clave para entender el bajo interés en STEM. “Las instituciones educativas no están destacando el atractivo y las oportunidades que las carreras en STEM pueden ofrecer. A su vez, el mercado laboral no comunica de manera efectiva los beneficios concretos de estas disciplinas, como los altos salarios y la gran demanda que tienen”, afirma Rodrigo Garay, Country Manager de Gi Group Holding.
A esta desconexión se suman las barreras que enfrentan los jóvenes al elegir estas carreras, tales como la percepción de que son difíciles o inaccesibles, y la falta de referentes nacionales destacados en los sectores tecnológico y científico. “Los jóvenes también se ven afectados por la escasa oferta académica en ciertas áreas y la ausencia de modelos femeninos que destaquen en estas disciplinas. Esto hace que, en muchos casos, opten por carreras que perciben como más accesibles, aunque estén menos demandadas en el mercado”, agrega Garay.
Otro problema relevante es la baja participación de mujeres en los sectores de nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC). Según el informe del PNUD, solo tres de cada diez empleados en estas áreas son mujeres. “Atraer a más mujeres a carreras STEM es crucial, pero la verdadera clave para un cambio significativo reside en la retención y el empoderamiento de este talento a largo plazo. Las empresas deben implementar estrategias concretas y sostenibles para retener a las mujeres en la industria tecnológica”, señala Carlos Echevarria, Manager de Qibit.
Si esta tendencia no cambia, las consecuencias para Chile podrían ser graves. Para el 2050, cuando el 90% de los empleos estarán relacionados con STEM, el país podría enfrentar una pérdida de competitividad a nivel global. “Chile corre el riesgo de quedarse estancado y depender del talento extranjero para cubrir vacíos en sectores clave. Esto no solo afectaría el crecimiento económico, sino que también limitaría su capacidad para atraer inversiones y avanzar en innovaciones tecnológicas”, concluye Garay.